Ondas de choque
La máquina de ondas de choque aplica pulsos de alta presión sobre el tejido lesionado, estimulando la regeneración celular, reduciendo el dolor y mejorando la movilidad. Esta tecnología no invasiva se ha consolidado en fisioterapia, traumatología y medicina del deporte gracias a su eficacia en tendinopatías, fascitis plantar y otras dolencias crónicas.
¿Cómo funciona una máquina de ondas de choque?
Una máquina de ondas de choque genera impulsos acústicos que, al transmitirse al interior del cuerpo, desencadenan microlesiones controladas. Esto:
- Activa la circulación sanguínea local y la liberación de factores de crecimiento.
- Rompe calcificaciones y fascias endurecidas.
- Acelera la reparación de tendones y tejido conectivo.
El cabezal se coloca sobre la zona afectada con gel conductor, ajustando intensidad y frecuencia según el tipo de lesión.
Principales aplicaciones de las máquinas de ondas de choque
Las máquinas de ondas de choque están indicadas para:
- Tendinitis de hombro, codo (epicondilitis) y rodilla.
- Fascitis plantar y espolón calcáneo.
- Pseudartrosis óseas y calcificaciones musculares.
- Dolor miofascial y puntos gatillo.
Su versatilidad permite adaptarlas a lesiones agudas y crónicas, reduciendo costes y tiempos de recuperación.
Beneficios de las máquinas de ondas de choque en fisioterapia
Las máquinas de ondas de choque ofrecen ventajas frente a terapias convencionales:
- Evitan cirugía en un alto porcentaje de casos.
- Sesiones breves (10–15 minutos) con protocolos personalizados.
- Recuperación rápida, para volver al deporte o la actividad diaria en menos sesiones.
- Mínimos efectos adversos, con riesgo muy bajo de hematomas o molestias transitorias.
Ondas de choque: tecnología y elección del equipo
A la hora de elegir una máquina de ondas de choque, valora:
- Tipo de onda: focal para tratamientos profundos o radiales para superficies amplias.
- Rango de energía: desde 0,03 hasta 0,60 mJ/mm² para diferentes tejidos.
- Accesorios: puntas intercambiables y adaptadores de ángulo.
- Portabilidad: modelos de trolley vs. equipos de sobremesa.
Un buen balance entre potencia, versatilidad y ergonomía garantizará resultados óptimos en tu clínica.