Filtrar por

Marca

Gubias

Las gubias de podología son herramientas imprescindibles para el tratamiento profesional de durezas, callos y uñas encarnadas. Diseñadas para ofrecer máxima ergonomía y control, las gubias podología permiten retirar tejido con suavidad y evitar traumatismos, reduciendo el riesgo de lesiones y garantizando una experiencia cómoda tanto para el especialista como para el paciente.

Filtros activos

¿Qué es una gubia para podología y cuándo usarla?

  • La gubia para podología es un instrumento con hoja curva o en forma de cuña, utilizado para eliminar piel endurecida o hiperqueratósica en el talón y la planta del pie.
  • Se emplea cuando los callos o durezas no responden a limas ni productos tópicos.
  • Es útil para perfilar bordes de uñas gruesas o encarnadas con mayor precisión.
  • También se aplica en desbridamientos suaves antes de colocar apósitos, facilitando la adhesión y efectividad del tratamiento.

Tipos de gubias en podología: manuales y quirúrgicas

  • Gubias manuales: fabricadas en acero inoxidable, con mango ergonómico antideslizante y hoja intercambiable para diferentes grados de trabajo.
  • Gubias quirúrgicas: diseñadas para uso clínico, completamente esterilizables y con filo adaptado a intervenciones menores.
  • Gubias de instrumental quirúrgico: parte del equipo estándar en clínicas podológicas, cumplen normativas de esterilización en autoclave y garantizan precisión y durabilidad.

Gubia quirúrgica e instrumental: calidad y esterilidad garantizadas

  • Filo preciso: permite cortes controlados en zonas engrosadas sin dañar tejido sano.
  • Mango anatómico: diseñado para reducir la fatiga del profesional durante sesiones prolongadas.
  • Superficie pulida: facilita la limpieza profunda y reduce el riesgo de biofilm.
  • Resistencia: el acero de alto carbono soporta múltiples ciclos de esterilización sin perder eficacia.

Cómo elegir y mantener tu gubia instrumental quirúrgico

  • Tamaño de la hoja: escoge el diámetro adecuado según el grosor del tejido a tratar.
  • Material: opta por acero inoxidable quirúrgico con recubrimiento anti-corrosión.
  • Mantenimiento: esteriliza en autoclave según protocolo (121–134 °C) y afila periódicamente con piedra o pastas específicas.
  • Almacenaje: conserva la gubia en estuches estériles o bandejas perforadas que faciliten el flujo de vapor durante la esterilización.