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Tapones
Los tapones para vías de infusión son dispositivos diseñados para cerrar de forma estanca y aséptica el extremo de catéteres y conectores en sistemas de administración de fluidos intravenosos, evitando contaminación, fugas y pérdidas de heparina o fármacos.
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¿Qué es un tapón para vía de infusión y para qué sirve?
- Bloquear el flujo cuando no se administra medicación o suero.
- Proteger el interior del catéter frente a patógenos y aire.
- Mantener la presión y el cebado del sistema para próximas dosis.
- Facilitar el acceso rápido al lumen sin desconectar todo el montaje.
Tipos de tapones en infusión
- Tapones Luer lock: con rosca compatible, garantizan cierre firme en catéteres periféricos y centrales.
- Tapones Luer slip (fricción): de inserción rápida, adecuados en sistemas de perfusión continua de bajo riesgo.
- Conectores sin aguja (needle-free): integran membrana anti-reflujo para prevenir contaminación y facilitar punciones seguras con jeringa.
Materiales y características clave
- Plástico médico (polypropileno o policarbonato): resistente a quimioterápicos y desinfectantes.
- Silicona o elastómero termoplástico: membrana flexible que sella tras múltiples punciones.
- Diseño cónico o con sello valvular: asegura estanqueidad y fácil acoplamiento.
- Superficie lisa y sin rebabas: reduce riesgo de formación de biofilm.
Ventajas de emplear tapones en vías de infusión
- Cierre rápido y seguro: minimizan tiempo de manipulación y riesgo de derrames.
- Reducción de infecciones: mantienen el sistema protegido entre usos, disminuyendo sepsis asociada.
- Mantenimiento de cebado: conservan el líquido heparinizante o solución salina en el catéter.
- Comodidad del paciente: evitan desconexiones innecesarias y molestias durante los cuidados.
Cómo elegir el tapón adecuado
- Compatibilidad de conexión: Luer lock vs. slip vs. needle-free según el equipo.
- Resistencia química: si se administran antibióticos, quimioterápicos o soluciones agresivas.
- Frecuencia de acceso: superficies valvulares duraderas para usos repetidos.
- Esterilización y vida útil: desechables para un solo paciente o reutilizables según protocolo local.
Buenas prácticas en el uso y mantenimiento
- Manipular siempre con técnica aséptica y guantes estériles.
- Desinfectar la superficie del tapón (alcohol al 70 %) antes de cada punción.
- Cambiar tapones reutilizables según indicaciones (cada 48–72 h o tras contaminación evidente).
- Descartar los desechables en contenedores de residuos sanitarios al finalizar la estancia del paciente.