Incontinencia
La incontinencia afecta la calidad de vida y la autonomía de quien la padece. Por eso, contar con productos específicos, desde empapadores hasta sistemas para incontinencia funcional, te ayuda a mantener la piel seca, controlar los olores y recuperar la confianza en tus actividades cotidianas.
Empapadores de incontinencia: absorción potente sin renunciar a la comodidad
Nuestros empapadores incorporan núcleos superabsorbentes y barreras anti-fugas que captan la orina en segundos. Están disponibles en formatos desechables y ofrecen:
- Alta capacidad (1 000–3 000 ml), adaptándose a pérdidas leves o moderadas.
- Fijación segura gracias a adhesivos suaves que mantienen el empapador en su sitio, incluso al moverte.
- Control de olores mediante filtros enzimáticos y recubrimientos neutros.
- Compatibilidad con ropa interior habitual o como refuerzo dentro de pañales para mayor protección.
Incontinencia funcional urinaria: qué es y cómo gestionarla
La incontinencia funcional ocurre cuando, pese a tener control de la vejiga, las limitaciones físicas o cognitivas impiden llegar al baño a tiempo. Para afrontarla, conviene:
- Usar productos de cambio rápido, como empapadores ultrafinos y protectores para sillas o camas, que se sustituyen en segundos.
- Adaptar el entorno, instalando barras de apoyo y alarmas de incontinencia que avisen al cuidador al primer signo de pérdida.
- Programar micciones, estableciendo horarios regulares para vaciar la vejiga y reducir imprevistos.
Cómo elegir el producto adecuado para tu nivel de incontinencia
- Leve: compresas anatómicas y empapadores de baja capacidad (≤ 1 000 ml).
- Moderada: empapadores de media a alta absorción (1 000–2 000 ml) y protectores para sillas.
- Grave: pañales perfil alto o empapadores de muy alta capacidad (> 2 000 ml) con barreras reforzadas.
Valora también la suavidad del material, la facilidad de colocación y la discreción del envoltorio para garantizar comodidad y autoestima.
Consejos de uso y cuidados para evitar irritaciones
- Cambia el empapador en cuanto notes humedad para mantener la piel seca.
- Limpia y seca el área perineal con toallitas sin alcohol, y aplica una crema barrera tras cada cambio.
- Ventila y lava la ropa o la superficie de descanso tras cada uso; muchos empapadores llevan respaldo impermeable que facilita la limpieza.
- Hidrata la piel con lociones suaves y revisa con frecuencia la integridad cutánea para detectar posibles rojeces o irritaciones.
Siguiendo estas recomendaciones, reducirás el riesgo de irritaciones y úlceras por presión, garantizando un cuidado óptimo de tu piel.