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Férulas
Las férulas ortopédicas son dispositivos imprescindibles para proteger y estabilizar huesos y articulaciones lesionadas. Fabricadas en materiales rígidos o semirrígidos, estas férulas médicas mantienen el alineamiento adecuado, reducen el dolor y favorecen una recuperación más rápida tras fracturas, esguinces o intervenciones quirúrgicas.
¿Cuándo utilizar una férula ortopédica?
Las férulas ortopédicas se emplean en situaciones como:
- Esguinces o luxaciones leves: para inmovilizar temporalmente la articulación y facilitar la recuperación.
- Soporte postoperatorio: manteniendo la zona intervenida en reposo y evitando movimientos que puedan dañar la reparación quirúrgica.
- Protección previa al yeso definitivo: estabilizando la fractura hasta que sea posible aplicar la férula rígida final.
Su diseño ergonómico se adapta a muñecas, tobillos, rodillas o cervicales, ofreciendo seguridad sin renunciar a la comodidad.
Ventajas de las férulas quirúrgicas frente a otras ortesis
Las férulas quirúrgicas, pensadas para uso hospitalario, destacan por:
- Materiales biocompatibles (aluminio, termoplásticos) que resisten repetidos ciclos de esterilización en autoclave.
- Ajuste preciso mediante velcros o correas, evitando desplazamientos y asegurando una sujeción estable.
- Ligereza y perfil delgado, que facilitan la movilización asistida durante la rehabilitación sin añadir volumen innecesario.
Estas características convierten a las férulas quirúrgicas en la opción preferida en quirófanos y unidades de urgencias.
Aplicaciones terapéuticas comunes de las férulas médicas
En el ámbito de la férula médica, se utilizan para:
- Fracturas simples de muñeca, metacarpo o falanges, ofreciendo inmovilización parcial hasta la consolidación ósea.
- Esguinces de tobillo en fase aguda, reduciendo la inflamación y evitando movimientos que agraven la lesión.
- Síndrome del túnel carpiano, manteniendo la muñeca en posición neutra para aliviar la compresión del nervio.
- Lesiones cervicales leves (latigazo cervical), con collarines semirrígidos que limitan la movilidad y reducen la tensión muscular.
Cómo elegir la férula médica adecuada
Para seleccionar la férula médica idónea, ten en cuenta:
- Zona a inmovilizar: muñeca, codo, rodilla, tobillo o cuello.
- Grado de soporte: semirrígida para contención moderada; rígida para estabilización total.
- Talla y ajuste: mide el contorno y la longitud del segmento afectado para un acople perfecto.
- Materiales:
- Espuma viscoelástica para máximo confort.
- Termoplástico moldeable al calor para adaptarse con precisión a la anatomía.
- Aluminio forrado para combinar ligereza y resistencia.
Cuidado y mantenimiento de tus férulas ortopédicas
- Limpieza regular: utiliza un paño húmedo con jabón neutro; evita detergentes agresivos que dañen los materiales.
- Revisión de cierres y velcros: antes de cada uso, comprobando que sujeten correctamente sin deslizarse.
- Inspección del material: detecta deformaciones, grietas o zonas desgastadas que puedan comprometer la función.
- Almacenamiento adecuado: guarda la férula en un lugar seco y ventilado, protegido de la luz directa y la humedad.
Con estos cuidados garantizarás que tus férulas ortopédicas y quirúrgicas ofrezcan siempre el soporte y la protección necesarios para una recuperación óptima.