Muletas y bastones
Contar con la ayuda de marcha adecuada marca la diferencia en seguridad y confort. Tanto si buscas un bastón, unas muletas o un andador, estas ayudas ortopédicas reducen el riesgo de caídas, alivian la presión sobre las articulaciones y te permiten mantener la independencia en tu rutina diaria.
Bastones de apoyo: ligereza y estabilidad
Los bastones garantizan un punto de apoyo extra cuando la marcha aún es segura pero tiende a tambalearse. Por lo general:
- Son plegables o telescópicos, por lo que caben en cualquier bolso o mochila y se guardan con facilidad.
- Cuentan con empuñaduras ergonómicas que evitan sobrecargar la muñeca incluso en trayectos largos.
- Incluyen puntas antideslizantes y sistemas de amortiguación que reducen el impacto al apoyar el bastón en el suelo.
- Ofrecen estabilidad sin sacrificar la agilidad, lo que los hace ideales para paseos cortos, recorridos por el hogar o desplazamientos urbanos.
Muletas ajustables: descarga de peso y libertad de movimiento
Las muletas distribuyen el peso del cuerpo entre manos y brazos, permitiendo proteger la extremidad lesionada. Entre las más habituales:
- Muletas axilares: llevan almohadillas regulables en altura y empuñaduras acolchadas para más comodidad.
- Muletas de antebrazo (canadienses): liberan las axilas, favorecen una postura más ergonómica y facilitan maniobras en pasillos estrechos.
- Modelos plegables: se pliegan rápidamente para guardarlas en un maletero o colgarlas en una percha.
Con la muleta adecuada, puedes seguir una rutina de actividad moderada durante la recuperación, manteniendo independencia y descargando completamente la zona afectada.
Andadores y andaderas: máxima seguridad al caminar
Para quienes necesitan el mayor grado de apoyo, los andadores ofrecen cuatro puntos de contacto con el suelo y, en muchos casos, ruedas delanteras que facilitan el desplazamiento:
- Andadores sin ruedas: requieren levantar la estructura y volver a apoyar, promoviendo un ritmo de marcha más pausado pero estable.
- Andadores con ruedas delanteras y frenos de mano: dejan deslizar con suavidad la parte frontal mientras se bloquean las ruedas traseras para detenerse con seguridad.
- Andaderas para interiores con asiento integrado: ideales para domicilios o residencias, ya que permiten descansar cómodamente sin tener que buscar una silla extra.
Estos andadores resultan especialmente útiles en superficies irregulares o cuando se cubren largas distancias, proporcionando una base firme y un punto de descanso inmediato.
Cómo elegir entre bastones, muletas y andadores
Para decidir qué ayuda de marcha es la más adecuada para ti, ten en cuenta estos aspectos:
- Nivel de estabilidad que necesitas:
- Si necesitas un ligero refuerzo al caminar, un bastón te será suficiente.
- Si tu lesión o condición requiere descargar peso de la pierna, opta por muletas.
- Si precisas apoyo total al desplazarte, elige un andador.
- Tipo de lesión o patología:
- Para fracturas o intervenciones de rodilla, tobillo o pie, las muletas o el andador evitan el apoyo brusco.
- Si sufres artrosis leve o equilibrio deficitario, un bastón o un andador ligero puede prevenir caídas.
- Ergonomía y transporte:
- Si viajas a menudo, escoge un bastón o muleta plegable que entre en un maletero o se guarde en la maleta.
- Para uso en el hogar, un andador con ruedas delanteras y asiento puede resultar más cómodo.
- Ajuste de altura:
- Coloca el mango del bastón o la empuñadura de la muleta a la altura de tu muñeca cuando estés de pie, con el codo ligeramente flexionado (15°–20°).
- En andadores, verifica que al apoyar los codos sobre la empuñadura, los hombros permanezcan relajados y las muñecas en línea con los antebrazos.
Con estos criterios, podrás seleccionar la ayuda de marcha que mejor se adapte a tu nivel de movilidad y a tu estilo de vida, garantizando siempre la máxima seguridad y comodidad.