Conexiones
Las conexiones para tubos son esenciales para asegurar un flujo ininterrumpido y sin fugas en cualquier instalación ya sea agua, aire, gas o productos químicos. Diseñadas para ajustarse a distintos diámetros y materiales, estas uniones combinan resistencia mecánica, estanqueidad y facilidad de montaje, convirtiéndose en piezas clave de fontanería, riego, HVAC o procesos industriales.
Ordenar por:
Materiales resistentes para cada aplicación
- PVC y polipropileno: ligeros, anticorrosivos y económicos. Muy empleados en fontanería doméstica, sistemas de riego y ciertas aplicaciones químicas de baja temperatura.
- Latón: su robustez y resistencia a la presión lo hacen idóneo para redes de agua potable y gas. Tolera bien las variaciones térmicas y su superficie no se oxida con facilidad.
- Acero inoxidable: la mejor opción cuando hay temperaturas extremas, fluidos agresivos o exigencias higiénicas (alimentación, laboratorio). Mantiene la integridad estructural bajo presión elevada.
- Nylon y tecnopolímeros: ofrecen ligereza y gran resistencia química. Se usan en laboratorios o procesos industriales donde hay disolventes y productos cáusticos que deteriorarían otros plásticos.
Cómo elegir la conexión para tubo adecuada
- Diámetro y tipo de rosca: comprueba que la conexión coincida con el tubo (por ejemplo, ½", ¾" o 1") y la norma de rosca (BSP, NPT, métrica). Un desajuste provoca fugas o imposibilidad de ajuste.
- Presión y temperatura: selecciona materiales y juntas capaces de soportar la presión máxima del circuito. Para fluidos calientes, prefiere acero inoxidable o polipropileno específico de alta temperatura.
- Compatibilidad química: verifica la resistencia del material frente al fluido que transportas: agua, aceites, disolventes, productos ácidos o alcalinos. Así evitarás degradación prematura.
- Facilidad de montaje: decide si requieres uniones roscadas o sistemas “push‐fit” que no necesiten herramientas. En instalaciones de mantenimiento frecuente, el “push‐fit” ahorra tiempo y reduce errores.
Instalación y mantenimiento de tus conexiones para tubos
- Limpieza previa: retira polvo, virutas o residuos dentro de los extremos del tubo antes de unirlos. Esto evita obstrucciones y mejora la estanqueidad.
- Uso de sellantes: en roscas, aplica cinta de teflón o pasta selladora antes de enroscar para reforzar la estanqueidad. No sobrecargues con exceso de material, pues puede acumularse y obstruir el paso.
- Ajuste correcto: aprieta con la mano hasta que la conexión quede firme, luego utiliza una llave ajustada según el torque recomendado. Un apriete insuficiente provoca fugas; demasiado fuerte puede dañar la rosca o deformar el tubo.
- Revisión periódica: inspecciona visualmente juntas, arandelas y racores cada cierto tiempo. Sustituye las juntas tóricas o empaquetaduras que muestren desgaste, y ajusta las conexiones si ves goteos.