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Collarines

El collarín cervical es un dispositivo ortopédico diseñado para inmovilizar y estabilizar la zona cervical tras lesiones, esguinces o procedimientos quirúrgicos. Gracias a su contorno anatómico y materiales transpirables, el collarín ortopédico alivia el dolor, reduce la tensión muscular y favorece una correcta alineación de la columna vertebral.

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¿Qué es un collarín cervical y cuándo usarlo?

Un collarín cervical es un soporte ortopédico fabricado en foam, gel o plástico semirrígido que se coloca alrededor del cuello para restringir los movimientos de flexión, extensión y rotación. Su función principal es estabilizar la columna cervical y reducir la tensión muscular. Está indicado en situaciones como:

  • Esguinces cervicales (latigazo de cuello), para aliviar el dolor y proteger la zona mientras se recupera.
  • Periodos postoperatorios, tras cirugías de columna o cuello, cuando es necesario mantener la inmovilización.
  • Dolor crónico por artrosis, hernias discales u osteoartritis, al fijar la posición y aliviar la sobrecarga.
  • Episodios agudos de tortícolis o contracturas musculares, donde se busca limitar el movimiento para facilitar la relajación y reparación del tejido.

Tipos de collarines cervicales: blando, semirrígido y rígido

Entre los diferentes collarines cervicales destacan tres categorías:

  • Collarín blando: confeccionado con espuma viscoelástica, proporciona un soporte ligero y resulta cómodo para usos prolongados. Es ideal en casos leves o en fases iniciales de recuperación, donde solo se requiere un recordatorio postural.
  • Collarín semirrígido: combina un refuerzo plástico interno con una capa exterior de foam. Ofrece mayor contención que el collarín blando, pero sin llegar a una inmovilización total.
  • Collarín rígido: incorpora una estructura plástica completa, incluida una mentonera, para inmovilizaciones totales tras traumas cervicales graves o cirugías complejas.

Cómo elegir el collarín ortopédico adecuado

  • Nivel de inmovilización: determina si necesitas un soporte suave o una fijación completa.
  • Talla y ajuste: mide la circunferencia del cuello y la distancia entre el mentón y el esternón.
  • Sistema de cierre: opta por velcros anchos que faciliten la colocación y aseguren una sujeción firme.
  • Materiales y transpirabilidad: tejidos hipoalergénicos con forro transpirable ayudan a prevenir la sudoración excesiva y las rozaduras.

Beneficios de usar un collarín cervical

  • Alivio del dolor al impedir movimientos bruscos.
  • Reducción de la inflamación y la tensión muscular al mantener la columna alineada.
  • Mejora de la postura, reduciendo el esfuerzo de los músculos paravertebrales.
  • Protección durante el sueño y los desplazamientos en coche o avión.

Consejos de uso y mantenimiento del collarín

  • Colocación adecuada: el mentón debe quedar apoyado y el borde inferior alineado con la base del cuello.
  • Limpieza regular: paño húmedo y jabón neutro; evita detergentes agresivos.
  • Revisión constante: asegúrate de que los cierres de velcro funcionen bien y no haya desgastes visibles.
  • Sustitución oportuna: cambia el collarín si pierde forma o firmeza.