Tubos endotraqueales

Los tubos endotraqueales son dispositivos médicos fundamentales para asegurar la permeabilidad de la vía aérea en pacientes que requieren ventilación asistida o anestesia general. Diseñados para introducirse por la boca o la nariz hasta la tráquea, permiten la administración precisa de oxígeno, anestésicos y facilitar la aspiración de secreciones, manteniendo la oxigenación y ventilación adecuadas.

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¿Qué es un tubo endotraqueal y cuál es su función?

Un tubo endotraqueal es un cilindro hueco, habitualmente de PVC o silicona, que se inserta a través de la glotis hasta la tráquea. Su función principal es:

  • Mantener abierta la vía aérea en pacientes inconscientes o con compromiso respiratorio.
  • Facilitar la conexión a respiradores mecánicos para controlar el volumen y la frecuencia de ventilación.
  • Proteger frente a aspiración de contenido gástrico o secreciones orofaríngeas, ya que el balón inflable (cuff) sella la tráquea.
  • Permitir aspiraciones endotraqueales de secreciones bronquiales, evitando la obstrucción de las vías respiratorias.

Indicaciones y aplicaciones del tubo endotraqueal

  • Anestesia general: para mantener la ventilación controlada y proteger la vía aérea durante procedimientos quirúrgicos.
  • Soporte ventilatorio en UCI: en pacientes con insuficiencia respiratoria grave (ARDS, bronconeumonía, sepsis), se utiliza para ventilación mecánica invasiva.
  • Reanimación cardiopulmonar avanzada (RCP): en paro cardiorrespiratorio, la intubación orotraqueal mejora la eficacia de las compresiones y la oxigenación.
  • Protección de la vía aérea: en pacientes con riesgo de aspiración (politraumatizados, intoxicaciones, vómitos prolongados), evitando neumonías por aspiración.
  • Manejo de traumatismos faciales o cervicales: cuando la anatomía oral o faríngea está comprometida y se prefiere vía nasal si está indicada.

Cómo elegir el tubo endotraqueal adecuado

Tamaño y calibre (mm de diámetro interno):

  • Adultos: generalmente entre 7.0 y 9.0 mm de diámetro interno, dependiendo de sexo y talla.
  • Niños: calculado según edad: (Edad/4) + 4 mm.

Longitud y marca de profundidad:

  • Verifica las marcas en el tubo para asegurar una inserción adecuada (normalmente entre 20–24 cm en adultos).
  • Un posicionamiento demasiado profundo puede intubar un bronquio principal; demasiado superficial puede provocar fugas o extubación accidental.

Tipo de balón (cuff) y presión de inflado:

  • Elige un balón que permita inflar con poca presión (20–30 cmH₂O) para sellar sin dañar la mucosa traqueal.
  • Existen balones de bajo volumen/alta presión y de alto volumen/baja presión; los segundos son preferibles para cirugía prolongada o ventilación mecánica.

Material y refuerzo:

  • PVC estándar: económico y rígido; puede endurecerse a temperaturas bajas.
  • Silicona o tubos reforzados: más flexibles y resistentes a torsión, aptos para posiciones quirúrgicas no convencionales.

Procedimiento de intubación y cuidados del tubo endotraqueal

Preparación previa:

  • Selecciona el tubo endotraqueal del tamaño adecuado y comprueba que el balón esté intacto.
  • Preoxigena al paciente con mascarilla facial para aumentar la reserva de oxígeno.

Técnica de intubación:

  • Usa laringoscopio para visualizar las cuerdas vocales.
  • Avanza el tubo cuidadosamente hasta notar resistencia leve; confirma posición en la tráquea.
  • Infla el balón con aire estéril hasta que no haya fugas audibles al auscultar.

Confirmación de colocación:

  • Auscultación bilateral: asegúrate de que ambos pulmones se expandan y no haya ruidos epigástricos.
  • Capnografía: observación de onda de CO₂ exhalado confirma la colocación traqueal.
  • Radiografía de tórax (en UCI): para verificar posición correcta (2–3 cm por encima de la carina).

Cuidados diarios:

  • Limpieza de secreciones con cuidado para evitar extubación accidental.
  • Revisión de la presión del balón (20–30 cmH₂O) cada 4–6 horas para prevenir lesiones traqueales.
  • Fijación segura del tubo para evitar desplazamientos por movimientos o maniobras del paciente.

Complicaciones y cómo prevenirlas

  • Intubación esofágica inadvertida: confirma siempre con capnografía y auscultación antes de fijar el tubo.
  • Lesiones traqueales: evita inflar el balón con presiones excesivas; utiliza manómetro para medir.
  • Obstrucción por secreciones: realiza aspiraciones endotraqueales periódicas y lubricación suave con suero estéril.
  • Extubación accidental: fija el tubo endotraqueal con cinta adhesiva especializada o fijadores de tubo para minimizar riesgos.
  • Neumonía asociada a ventilación: mantén la cabecera elevada (30–45°), cuida higiene bucal y aspira secreciones de manera estéril.