Porta-agujas
Los porta agujas quirúrgicos son instrumentos imprescindibles en cualquier intervención, ya que aseguran la aguja con firmeza y permiten maniobras de sutura precisas. Su cierre fiable y mango ergonómico facilitan cortes limpios del hilo y evitan deslizamientos inesperados durante el procedimiento.
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¿Qué es un porta agujas y cómo funciona?
- El porta-agujas es un instrumento quirúrgico compuesto por dos ramas metálicas articuladas.
- Su punta presenta una superficie estriada o ranurada que permite fijar la aguja de sutura de forma segura.
- Al presionar el mango, las ramas se abren; al soltar, se bloquean sobre la aguja aplicando la presión justa para manipularla sin dañarla ni deformarla.
- Es esencial para realizar suturas precisas sin comprometer la integridad del tejido ni del hilo quirúrgico.
Tipos de porta-agujas y sus aplicaciones
- Porta-agujas Mayo-Hegar: robusto y versátil, ideal para agujas medianas y grandes en cirugías generales.
- Porta-agujas Crile-Wood: más fino, adecuado para tejidos delicados y suturas más pequeñas (ej. cirugía plástica, vascular).
- Pinzas porta-agujas: incluyen sistema de bloqueo tipo cremallera o “serreta”, que permite mantener la aguja fija sin presión continua del cirujano.
- Porta-agujas de disección: combinan funciones de sujeción de aguja y disección suave, facilitando intervenciones menores o en zonas con acceso limitado.
Porta-agujas en cirugía: características clave
- Longitud: varía entre 12 y 20 cm, seleccionándose en función del campo quirúrgico y profundidad de acceso.
- Material: acero inoxidable quirúrgico, resistente a corrosión y esterilización repetida en autoclave.
- Mecanismo de bloqueo: sistema de cremallera, autolock o clip que garantiza un cierre seguro durante la manipulación de la aguja.
- Ergonomía: mangos con estrías o recubrimiento antideslizante que mejoran el agarre y reducen la fatiga durante intervenciones prolongadas.
Cómo mantener tus porta-agujas en perfecto estado
- Limpieza inmediata: tras cada uso, retirar residuos con detergentes enzimáticos y agua tibia.
- Esterilización: realizarla en autoclave siguiendo las especificaciones del fabricante para conservar integridad del material.
- Inspección rutinaria: revisar ranuras, puntas y bisagras para asegurar que no existan deformaciones ni desgaste que afecten la funcionalidad.
- Lubricación: aplicar una pequeña cantidad de aceite estéril en la articulación para mantener un cierre suave y duradero.