Riñoneras

Las riñoneras de acero quirúrgico también conocidas como bandejas riñonera o riñoneras de acero inoxidable son recipientes ergonómicos fundamentales en cualquier entorno sanitario. Su forma curva facilita la recolección de fluidos, desechos y pequeños instrumentos, manteniendo la zona de trabajo limpia y segura. Fabricadas en acero inoxidable de alta calidad, ofrecen durabilidad, fácil esterilización y resistencia a la corrosión, garantizando un uso continuo en quirófanos, consultorios y unidades de cuidados intensivos.

Filtros activos

¿Qué es una riñonera de acero quirúrgico y para qué sirve?

  • La riñonera de acero es una bandeja con forma anatómica de riñón, diseñada para facilitar el trabajo en entornos clínicos y quirúrgicos.
  • Recolecta fluidos como sangre o exudados durante curas o cirugías, evitando derrames sobre superficies estériles.
  • Sirve para almacenar instrumentos pequeños al alcance del equipo médico, mejorando la organización y eficiencia.
  • Se emplea también para recoger residuos o secreciones en visitas domiciliarias, colocándola cerca del cuerpo del paciente sin generar molestias.

Materiales y características clave de las riñoneras de acero inoxidable

  • Acero quirúrgico 304 o 316L: resistente a la corrosión, ideal para uso hospitalario y esterilización repetida.
  • Acabado pulido en espejo: evita la acumulación de residuos y facilita la limpieza.
  • Bordes redondeados: minimizan riesgos de corte o acumulación de bacterias.
  • Diseño ergonómico: su curvatura se adapta al cuerpo del paciente o a la mesa sin volcarse.
  • Grosor: entre 0,5 mm y 1 mm, suficiente para ofrecer estabilidad sin deformarse.

Ventajas de utilizar riñoneras de acero quirúrgico

  • Fácil esterilización: resistentes al autoclave a 134 °C sin alterar su forma ni propiedades.
  • Larga vida útil: fabricadas con materiales duraderos que resisten desinfectantes y oxidación.
  • Higiene garantizada: superficie no porosa que permite una limpieza eficaz.
  • Versatilidad: aplicables en múltiples áreas: quirófano, consulta, podología o atención domiciliaria.
  • Buena inversión: mayor coste inicial que las de plástico, pero con uso prolongado y reutilizable.

Cómo elegir la riñonera de acero adecuada para tu práctica

  • Tamaño y profundidad: estándar de 18–20 cm para uso general; pediátrico para niños; profundo para intervenciones con muchos fluidos.
  • Grado del acero: asegúrate de que sea 304 o 316L para garantizar resistencia y durabilidad.
  • Acabado: opta por superficies pulidas o satinadas para facilitar la desinfección.
  • Empaque: elige modelos estériles para uso en quirófano, y no estériles para curas ambulatorias con esterilización local.
  • Certificaciones: busca productos con marcado CE u homologaciones sanitarias locales.

Mantenimiento y cuidados de tu riñonera de acero quirúrgico

  • Limpieza inmediata: enjuaga con agua caliente después de cada uso para eliminar residuos biológicos.
  • Desinfección: usa productos compatibles con acero; evita sustancias agresivas como cloro puro o sulfatos.
  • Esterilización: realiza ciclos de autoclave a 134 °C durante 3–5 minutos según protocolo.
  • Inspección: comprueba periódicamente que no haya rayaduras, abolladuras o signos de corrosión.
  • Almacenamiento: conserva las riñoneras limpias y secas en zonas protegidas del polvo y la humedad.