Autoclaves
Los autoclaves son indispensables en laboratorios, clínicas y centros sanitarios para lograr una desinfección total de instrumentos y materiales. Mediante vapor a alta presión y temperatura controlada, los autoclaves eliminan bacterias, virus y esporas, asegurando un entorno completamente aséptico.
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Principio de funcionamiento de un autoclave esterilizador: vapor, presión y calor húmedo
Un autoclave esterilizador combina tres fases esenciales:
- Desaireación: expulsión del aire de la cámara para que el vapor penetre uniformemente.
- Esterilización: mantenimiento de 121–134 °C a presión (1–2 bar) durante el tiempo requerido.
- Secado: expulsión del vapor residual, dejando los materiales listos para uso sin humedad.
Características clave de un autoclave de laboratorio
- Capacidad y formato: desde modelos de sobremesa (10–20 L) hasta unidades de pie con cámaras de 150 L o más.
- Programas predefinidos: ciclos adaptados a vidrio, textil, material biológico o desechos.
- Control digital: pantallas táctiles con registro electrónico de temperatura, presión y tiempos.
- Construcción robusta: acero inoxidable en cámara y carcasa, resistente a la corrosión y al uso intensivo.
Ventajas de la esterilización por autoclave
- Eficacia validada: destruye todo tipo de microorganismos, incluidas las esporas más resistentes.
- Rapidez: ciclos desde 15 minutos para cargas ligeras y 60 minutos para cargas voluminosas.
- Versatilidad: admite instrumentos metálicos, textiles, cristalería y plásticos compatibles con vapor.
- Ausencia de residuos: no deja subproductos tóxicos ni residuos químicos que requieran descontaminación adicional.
Selección del autoclave ideal para tu centro
- Volumen de trabajo: elige la capacidad de la cámara según la cantidad y el tamaño de los utensilios a esterilizar.
- Tipo de alimentación: modelos eléctricos independientes o de conexión a vapor central, según tu instalación.
- Nivel de automatización: autoclaves con registro y validación automática frente a versiones semiautomáticas.
- Accesorios y extras: bandejas ajustables, rejillas perforadas y válvulas de seguridad certificadas.
Mantenimiento y seguridad en el uso diario
- Inspección periódica: revisa juntas, válvulas y sellos antes de cada ciclo.
- Limpieza interior: elimina depósitos calcáreos y biológicos con desincrustantes recomendados.
- Calibración: verifica la exactitud de sensores de temperatura y presión según normativa.
- Formación del personal: asegura que todos los usuarios conozcan los protocolos de carga y descarga segura.