Sonda Foley: qué es, para qué se utiliza y qué tipos existen
Sonda Foley: qué es, para qué se utiliza y qué tipos existen
La sonda Foley es uno de los dispositivos médicos más utilizados en hospitales y centros de salud. Se trata de un tipo de catéter vesical que se coloca en la vejiga para drenar la orina de manera continua, siempre bajo supervisión y prescripción médica. Su diseño incorpora un pequeño balón que se infla una vez colocada, evitando que se desplace.
Gracias a su eficacia y seguridad, la sonda Foley se emplea a diario en diferentes procedimientos sanitarios y se ha convertido en un material imprescindible en hospitales, clínicas y residencias.
¿Para qué sirve una sonda Foley?
Las sondas Foley tienen múltiples aplicaciones dentro del ámbito sanitario. Entre sus usos más habituales se encuentran:
- Facilitar el vaciado de la vejiga en pacientes que no pueden hacerlo de manera natural.
- Permitir un control estricto de la cantidad de orina en situaciones postoperatorias o de cuidados intensivos.
- Mantener la vejiga en reposo tras determinadas intervenciones quirúrgicas.
- Favorecer la higiene y el bienestar en personas con movilidad reducida o dependencia.
En todos los casos, el uso de la sonda Foley está indicado por personal médico y su colocación corresponde exclusivamente a profesionales sanitarios.
Tipos de sondas Foley
En el mercado existen diferentes modelos de sonda Foley, adaptados a las necesidades de cada paciente y a la duración del sondaje:
- Por material
- Por número de vías
- De 2 vías: permiten drenar la orina y mantener inflado el balón.
- De 3 vías: además de lo anterior, facilitan la irrigación vesical, por lo que se utilizan en casos más específicos y siempre bajo control médico.
La elección del tipo de sonda depende de la valoración profesional y de las necesidades concretas de cada paciente.
Cuidados básicos de la sonda Foley
Aunque el manejo corresponde al personal sanitario, es importante conocer algunas recomendaciones generales que ayudan a mantener el buen funcionamiento de la sonda:
- Mantener siempre una correcta higiene en la zona.
- Procurar que la bolsa de orina quede por debajo del nivel de la vejiga para favorecer el drenaje.
- Evitar tirones o movimientos bruscos del tubo.
- Comprobar que la bolsa colectora esté bien fijada y vaciarla con regularidad.
Estas medidas contribuyen al confort del paciente y a que la sonda cumpla su función de manera adecuada.
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